En la columna de la izquierda (libellés), de la versión web, se encuentran las palabras polianas. Apoyando en cada una aparecerá su explicación, en la columna de la derecha.
Sugerencias para el Glosario
Abandono del límite mental
El límite, que la presencia mental comporta, es susceptible de cierta superación, que llamo abandono del límite mental y que, insisto, es posible gracias a que los hábitos son un remedio al descenso que experimenta el conocimiento humano con el pecado.
¿Cuáles son las 4
dimensiones del abandono del límite mental?
1ª. La “exclusión” del límite mental para advertir
el ser extramental, conociendo los primeros principios de la realidad.
2ª. La “pugna” con el límite mental para encontrar
la esencia extramental o explicitar la
tetracausalidad física.
3ª. El “desaferramiento” del límite mental
para alcanzar el ser personal o co-existencia humana.
Abstracción
Abstraer es "presentar".
Lo
presentado es "a la vez" que el presentar.
¿Cuáles son las elevaciones trascendentales de la persona humana?
La
persona humana, independientemente de su querer, crece, trascendentalmente,
hacia su destino, al ir siendo elevada, por Dios, hacia la felicidad (ordo amoris) y Dios lo hace según cinco
elevaciones que podemos llamar “trascendentales”, a saber: la creación, la llamada inicial, la insistencia o mantenimiento de la
llamada, la santificación y la glorificación.
Inicialmente,
Dios crea cada persona con tres elevaciones que son simultáneas y necesarias,
no cesan: creación, llamada inicial e insistencia.
Las elevaciones no son “estados”, sino crecimiento. El miembro superior tira para arriba del miembro inferior.
Las elevaciones no son “etapas”. Es la persona la que es elevada hacia la unidad en sus distintas dimensiones.
Dualizarse es prolongarse y se describe como “elevación”.
En lo más alto, Dios.
Somos un ascensor.
El profesor Juan García llama elevación “creacional” a la relación subsistente, en orden al Origen, que somos cada uno de nosotros.
Pienso que esta elevación “creacional” contiene tres dimensiones: Creación, Llamada inicial e Insistencia en la llamada.
a) Creación
La Creación de la persona humana es la creación de su dualidad radical, su nacer destinándo.se.
Podemos llamarla creación inicial.
Según la propuesta de Adam Solomiewicz, el miembro nativo de la dualidad radical humana es el nacer trascendental y el miembro destinativo de dicha dualidad es el destinarse trascendental.
Un acto de ser personal, radicalmente dual.
b) Llamada inicial
(creación segunda o gracia inicial).
Si llamamos creación primera a la creación del universo físico, la creación segunda será la creación de cada persona humana, en tanto que llamada.
Es la llamada del Destino.
La llamada
inicial es el modo peculiar como Dios crea cada persona humana. Dios la crea, "llamándola".
Noten la
exquisita ternura de un Dios que no nos crea despóticamente, sino en libertad.
Nos "llama".
Llamamos creación segunda a la creación de cada persona humana. Dicho en términos clásicos, la unión del alma con el cuerpo.
Dios crea la persona humana como libertad de
destinar su mundo.
La persona habita el universo físico convirtiéndolo
en su “mundo”.
El fruto de
la llamada inicial es la apertura transcendente:
el hombre es capaz de Dios. Co-existencia libre.
Dios nos abre, llamándonos, atrayéndonos a su
Intimidad, elevándonos.
Es la elevación de nuestro espíritu, proveniente del
favorecer de Dios, que abre cada uno de los trascendentales personales.
La persona humana es orientada y elevada “hacia” Dios abriendo cuatro aperturas
transcendentales, fruto de
esa llamada inicial.
El panorama se amplía así, en el ascensor
acristalado gracias a esas cuatro aperturas transcendentales, que son infusas y naturales.
A la llamada inicial podemos llamarla gracia inicial (que abre el radical co-ser hacia Dios). A esta
apertura transcendental la denomino humildad trascendental).
La llamada
inicial en cuanto que también abre los otros tres trascendentales personales
hacia Dios, podemos también llamarla
gracia primera.
A estas tres
aperturas transcendentales las denomino de la siguiente manera: la
esperanza trascendental es la apertura de la libertad. La fe es la apertura del
inteligir personal. La caridad trascendental es la apertura del amar. (Ustedes
comprenden que no se trata de las virtudes teologales de la teología, sino
aperturas naturales de la persona humana a Dios, desde su creación).
c) Insistencia o
mantenimiento de la llamada.
Es la elevación propiamente dicha.
Dios mantiene insistentemente la llamada (es un diálogo creador), para que el hombre aporte su don.
Esta insistencia permite comprender la condición temporal de la vida.
Esta insistencia o mantenimiento de la
llamada no es otra cosa que el tirar de Dios, hacia arriba, que no cesa de
elevarnos libremente.
Recuerden
que “elevación” no significa que “estemos” elevados, sino que estamos siendo
elevados. Cuando decimos "elevación",
hablamos de un movimiento que no cesa.
Insistencia
en la llamada.
Aquí
se incluyen también intervenciones sobrenaturales de Dios que nos favorecen aún
más. Por ejemplo, cuando Dios llama a un pagano a reconocerle como el Dios
vivo.
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Debemos
explicar ahora otras dos elevaciones que no tenemos de entrada: la
santificación y la glorificación.
d) La santificación: para entenderla nos servirá volver al mito del ascensor acristalado:
imaginemos en el interior del ascensor, una sala enorme, con pantallas en
color, donde se pueden ver, por
anticipado, los misteriosos
juegos eternos, que están más allá de la azotea.
Esas
pantallas (cual un VAR) nos hacen gozar de una elevación sobrenatural que los teólogos suelen llamar "gracia
santificante", anticipación de
la vida eterna. (Tras la caída, la llamamos “nueva creación”).
e) La glorificación es el
encuentro definitivo con Dios, más allá
de la azotea, en el que conoceremos cómo Dios nos conoce: como hijos que serán
siempre "además", jugando y cantando eternamente.
x) Pero además de estas cinco elevaciones no debemos olvidar que
"trascendentalmente" hubo una caída (que se corresponde con lo que la
teología llama pecado original). No es otra cosa que la comunión con el
maligno, con el don "nadie". Es la caída trascendental. La pandemia original. Un
obscurecimiento del ascensor que dificulta la visión hacia afuera y hacia
adentro. Las consecuencias de este apagón inicial son patentes. La principal,
la ignorancia. Sin embargo, el ascensor no ha dejado de subir y la esperanza no
cesa de renacer. La humanidad subsiste hacia su Destino.
Trascendentales personales
la libertad,
el intelecto
y lo que denomino amar donal.
El intelecto personal ;
El amar donal (amar y el aceptar personales);
La libertad trascendental.
la co-existencia,
la libertad,
el intelecto personal
y el amor donal.
El intelecto personal ;
El amar donal (amar y el aceptar personales);
La libertad trascendental.
Amar personal
El amar donal o amar personal humano es el más íntimo de los radicales de la persona
humana.
Los
trascendentales personales o radicales de la persona humana descubiertos por
Leonardo Polo son:
co-ser,
(co-existir trascendental),
libertad
trascendental,
intelecto
personal,
y amar
donal.
¿Qué es el amar donal?
Leonardo Polo descubrió cuatro trascendentales personales :
la co-existencia,
la libertad,
el intelecto personal
y el amar donal.
Pues bien, el amar donal de la persona humana, está formado por una tríada
amorosa:
Dar
don o Don-don
Aceptar
El Don-don es
“la esencia” de la persona humana cuando es aceptada por Dios.
Antes de ser aceptada la esencia humana es solamente "don".
e Y el Don de Dios es el acto de ser
personal humano al ser creado, que espera la aceptación de la parte del hombre
(a través de su don, de su esencia o vida).
La tríada amorosa de cada persona humana es pues: dar, don y aceptar.
Pero debemos hacer algunas aclaraciones:
La persona humana “da” en esta vida su esencia, “su don”, que debe ser Aceptada
por Dios en el Juicio.
Adam Solomiewicz aclara la cuestión al proponer que en el amar personal hay, por lo menos, dos estructuras amorosas.
Pueden ustedes seguir su exposición en este enlace: https://drive.google.com/file/d/1X4l9Fh9EG8wMGoSWZ7NtNcNu-BICaktx/view
Estarán ustedes de acuerdo en que el amar personal hay que explicarlo como relación entre dos personas.
No se puede explicar solamente en el interior de una sola persona. Tienen que haber dos personas.
Pues bien, el amar personal tiene una estructura triádica : Aceptar, Dar, don, que hay que poner en relación con Otra persona: con Dios.
aceptar y dar son trascendentales.
actividad acogedora (aceptar)
actividad otorgadora (dar)
Hay distinción real entre aceptar y dar.
El referente del “aceptar” trascendental humano es el Dar de Dios
El Don de Dios es el ser de la Persona humana. Este Don es trascendental porque solamente Dios puede dar dones trascendentales.
El referente del “dar” trascendental humano es el Aceptar de Dios.
Y lo que la persona humana da es, su don, es el don esencial. Su vida.
El don del trascendental amar personal es doble: el ser de la persona humana creada por Dios (Don trascendental) y el don de la vida humana que la persona da a Dios (don esencial).
¿Podemos dar la persona que somos?
No podemos dar nuestra persona porque la persona, simplemente, no “es”,
sino que “será”.
Podemos comprometer nuestro futuro, pero no poseemos el futuro. No nos
poseemos completamente. Siempre seremos “inidénticos” (la Identidad es divina).
La persona se da a través de su esencia (a través de su vida, porque su
vida es su esencia).
Al dar nuestra vida estamos ratificando nuestra fidelidad.
El amar donal (o amar personal) será siempre activo, siempre crecerá más.
Y se manifiesta queriendo, para siempre.
Cuando nos adentramos en la antropología trascendental corremos el riesgo
de despreciar la esencia, pensando que el acto de ser humano no necesita de
ella.
Nos olvidamos de que el dar donal se da a través de su esencia.
Y, como dijo Juan A. GG, la esencia es “esencial”.
Llamada inicial. Definición
La llamada inicial es una de las
"elevaciones" trascendentales de la persona humana.
La llamada inicial es el modo
peculiar como Dios crea cada persona humana. Dios la crea, "llamándola".
La persona humana, independientemente de su querer, crece, trascendentalmente, hacia su destino, al ir siendo elevada, por Dios, hacia la felicidad (ordo amoris) y Dios lo hace según cinco elevaciones que podemos llamar “trascendentales”, a saber:
la creación,
la llamada inicial,
la insistencia o mantenimiento de la llamada,
la santificación y
la
glorificación.
Explicación de la llamada inicial.
La
persona humana se caracteriza por su crecimiento según sus elevaciones.
La
elevación de base es la creación.
Pero la
creación de la persona humana exige otra elevación que es la llamada inicial
(vocación según Piá).
Esto es
así porque como la persona es libre, debe responder a una llamada. No está
determinada.
La llamada inicial es pues una
de las "elevaciones" trascendentales de la persona humana.
A la llamada
inicial podemos llamarla gracia
inicial (que abre el radical co-ser hacia Dios. Esta apertura
transcendental es la humildad trascendental) y gracia primera (que abre los otros tres trascendentales hacia
Dios. La esperanza transcendental es la apertura de la libertad. La fe es la
apertura del inteligir personal. La caridad es la apertura del amar
transcendental (en la
etiqueta 12.7.0 veremos los distintos tipos de gracia)
La llamada inicial es el modo
peculiar como Dios crea cada persona humana. Dios la crea, "llamándola".
- la dualidad entre la apertura interior y la apertura hacia dentro.
y la apertura hacia dentro, es la dualidad entre el inteligir personal y el amar.
Entramos en contacto con nuestra réplica.
Autotrascendimiento. Definición.
Llamo autotrascendencia a la respuesta de la persona humana a Dios,
que va más allá de su trascendencia (la trascendencia es lo radical en la
persona humana), para alcanzar la transcendencia.
Es la respuesta
a la llamada inicial.
No
autorealizarse sino autotrascenderse hacia Dios.
Explicación de la autotrascendencia
En lugar de autorealización, autotranscendimiento.
Polo en su libro póstumo p.71, 2 también utiliza autotrascendimiento sin n.
Intentaré explicar la distinción entre ambos.
Llamo autotrascendencia a la respuesta de la persona humana a Dios, que va más allá de su trascendencia (la trascendencia es lo radical en la persona humana), para alcanzar la transcendencia.
Es la respuesta a la llamada inicial.
No autorealizarse sino autotrascenderse hacia Dios.
¿Y qué es la autotranscendencia?
Me atrevo a decir que es el autotrascendimiento eterno.
Para entenderlo tenemos que aceptar la propuesta de Salvador Piá sobre las aperturas transcendentales.
La apertura transcendente de la persona humana hacia Dios, estrictamente considerada, según Piá, equivale al modo en que inicialmente es transcendida la intimidad personal humana por Dios : esta apertura también recibe el nombre de auto-transcendimiento de la intimidad personal o llamada inicial.
Las aperturas transcendentales no son lo mismo que las trascendentales.
Lo trascendental en la persona humana es lo radical.
Lo transcendental es más allá de lo radical.
Las aperturas transcendentales son llamadas de Dios que nos comunica su vida íntima.
No son la gracia santificante, pues la santificante nos comunica su vida eterna, como anticipación.
Inspirándome en Juan A. García que dice que la persona es el ser que sabe de sí, yo diría que el autotrascendimiento es un saber más de sí.
Y el autotranscendimiento eterno, o vida eterna, es la aceptación de nuestra glorificación.
Problema filosófico
Un problema filosófico es un tema relacionado de alguna manera con las ultimidades del saber y que permanece confuso mientras no sea abordado con el método pertinente.
(Prof. I. Falgueras, Formación superior en la filosofía de Leonardo Polo, Clase Magistral, Módulo 1).
Rápidamente ¿qué es la persona?
Persona es el ser abierto a la
trascendencia. Por tanto, radicalmente libre.
Libre para destinarse, si quiere.
Responsable.
Su verdad le inspira a dar.
Persona, rápidamente, es la relación
subsistente originaria o, en el caso de las personas
creadas, relaciones, subsistentes en el orden del Origen.
Noten la distinción entre ser personal y
el acto de ser del universo físico (denominado "persistencia" por
Polo).
El universo físico es la persistencia en
el orden del Origen. Depende del Origen en el modo sencillo de la persistencia.
La persona creada es, sin embargo,
la relación, subsistente en el orden del Origen,
es decir, dependencia del Origen en el modo de relación insistente, intensiva
"hacia" el Origen (insistencia, subsistente en el orden del Origen).
La persona rebrota.
La "intensidad" de la
insistencia hace referencia a la "esencia", que en Dios se identifica
(Esencia divina) con cada una de las personas y en las personas humanas es más
o menos intensa según el grado de santidad.
Las Personas en Dios (la Trinidad) son
relaciones subsistentes originarias.
Vida. Definición
Sobrenatural. Definición
Sentido personal. Definición
Hacia. Definición
Es “hacia”.
Aceptar. Definición
Esencia. Definición
Busilis significa también punto de extrema dificultad, lo más enigmático de un asunto, su punto clave.
Sin embargo, ser meollo no quiere decir ser lo más profundo de un ser.
El meollo de una persona humana es su esencia, su yo. Pero ¿quién soy yo? Más adentro del meollo soy “además”. Mi intimidad es mi “además”, mi además del yo.
Una cosa es quién soy (persona) y otra cosa es lo que soy (esencia, yo, lo que he llegado a ser).
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Polo, filósofo de la distinción, distingue entre la esencia humana y la esencia del universo.
Dones del Espíritu Santo
Los dones del Espíritu Santo son las llamadas más altas de Dios a la santidad. Atribuidas al Espíritu Santo. Coronan el crecimiento de...
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El límite, que la presencia mental comporta, es susceptible de cierta superación, que llamo abandono del límite mental y que, insisto, es...
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Llamamos apertura transcendente al fruto de la llamada inicial de Dios. La llamada inicial de Dios se puede describir según los cuatro ...
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Elevación , en la Antropología trascendental poliana, significa Crecimiento. Vean aquí las etiquetas que explican lo que es la Elevación ...